viernes, 19 de agosto de 2011

Alternativas para garantizar y ayudar a pagar la educación de sus hijos


Existen opciones para ahorrar o  ir pagando la universidad de los pequeños desde ya.
Una de las grande preguntas que los padres se hacen cuando llega el recién nacido es si en 18 años los ingresos familiares serán suficientes para pagarle los estudios universitarios y, a más corto plazo, si se dispondrá de los recursos para darle una educación básica e intermedia de calidad.
Para nadie es un secreto que estudiar en una buena universidad en Colombia no está al alcance de todos los bolsillos. Por ejemplo, un semestre en la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes vale $10,6 millones y, según cálculos de Mapfre, estaría costando $36,4 millones en el 2027, época en la cual un niño que hoy tiene entre 1 y 2 años estaría ingresando a la universidad. Como la mejor garantía para entrar a una institución prestigiosa es tener una educación previa de calidad, las cuentas se disparan. Según César Bernal, gerente de vida, capitalización y previsionales de Colpatria, mientras el estudio universitario puede costar entre $80 y $100 millones, el de una buena educación básica estaría alrededor de los $450 - $500 millones.
Ver estas sumas asusta a cualquiera y puede generar más de un desvelo. En el mercado existen alternativas que permiten prepararse desde ya para poder darles a sus hijos la educación que se merecen. A grandes rasgos, los productos pueden definirse en tres categorías: tradicionales, seguros educativos universitarios y planes de ahorro para educación.
En los planes tradicionales la persona que toma el seguro puede definir que, en caso de morir, su familia reciba determinada cantidad de dinero para financiar la educación de sus hijos, pero el pago de este seguro está condicionado a la muerte del tomador. Este producto lo ofrecen la mayoría de aseguradoras.
Los seguros educativos universitarios están dedicados exclusivamente al pago de la universidad, y no es necesario que quien lo adquiere muera para que la aseguradora haga el respectivo desembolso. Tienen un costo fijo, dependiendo del número de años que le faltan al niño para entrar a la educación superior. Lo ofrecen Global Seguros y Mapfre Colombia.
De otro lado, en el caso de los seguros de planes de ahorro para educación, cada padre decide cuál va a ser el monto de la póliza, dependiendo de sus posibilidades de ahorro y de la suma que espera recibir al momento de redimir la póliza. Por ejemplo, si una madre quiere pagar una universidad de $10 millones semestrales en 11 años, cuando su hijo entre a estudiar, y calculando que las matrículas crezcan al 3 por ciento, debería realizar aportes cercanos a los $900.000 durante 11 años. Este tipo de seguros lo ofrecen Colpatria, Suramericana y MetLife.
¿Cómo decidir qué alternativa escoger?
La primera consideración depende de la capacidad adquisitiva, porque el valor de los seguros educativos universitarios está en promedio en $60 millones ya que garantizan que cubrirán el pago de las universidades y las carreras más caras, si su hijo llega a pasar en ellas. Los seguros tradicionales y los planes de ahorro son más flexibles, porque el valor de la póliza depende de la proyección de capital futuro que se espera recibir. Si la familia no está en condiciones de pagar mensualmente los $900.000 del ejemplo anterior, puede hacer un ahorro menor que, de todas formas, le será de ayuda cuando llegue el momento de cubrir los gastos educativos.
La segunda consideración tiene que ver con dónde tiene proyectado estudiar su hijo (a). Los  planes de universidad garantizada están diseñados para Colombia, y aunque se reconoce un dinero si el beneficiario estudia en el exterior, este corresponde a un promedio de lo que costaría la carrera en Colombia, suma que no necesariamente garantiza el valor de la matrícula en otro país. Y si se utilizan los otros seguros para financiar estudios afuera, el valor de la póliza sería muy alto.
“Cuando se decide tomar el seguro, es importante definir quién toma la póliza, quién es el asegurado y quién el tutor, si se muere el que la tomó.  El tutor debe ser  alguien muy cercano, que esté interesado en que el niño realmente estudie”, aconseja Rocío Arenas, gerente de vida individual y seguridad social en Mapfre Colombia Vida Seguros. 
Es importante que lea en qué casos las compañías de seguros no le darán la cobertura pactada.


Seguros universitarios
Tanto Mapfre como Global Seguros tienen mecanismos para devolver los recursos o cambiar el beneficiario en caso de que así se requiera. Eso sí, con una penalización.

Los seguros educativos universitarios pueden parecer iguales. Sin embargo, hay diferencias sutiles en cuanto a las coberturas, las penalizaciones, los valores agregados, las características de las compañías que los ofrecen, entre otras cosas, que vale la pena revisar a la hora de tomar la decisión.
Una gran diferencia está en los nuevos productos de Global, que ayudan a masificar este seguro. El primero permite comprar al “menudeo” los semestres. El segundo garantiza el pago de matrículas de 4, 6 y 8 salarios mínimos ($2,1, $3,2 y $4,2 millones, respectivamente), lo que baja el valor de la póliza. “El 90 por ciento de universidades en Colombia está en ese rango”, afirma Rodrigo Uribe, presidente de Global Seguros.

Planes de ahorro 
Este tipo de seguro permite que los padres ahorren para la educación escolar y universitaria de acuerdo con sus posibilidades, ya que arrancan en $150.000 mensuales en el caso de Colpatria y en $200.000 en el de Suramericana. Entre más alta la cuota, se obtendrá una suma mayor en el plazo pactado. Pero así no se garantice el valor total de la matrícula en el momento en que el niño (a) comience sus estudios, sí se obtendrá una suma que ayudará a pagar su educación.

Suponiendo que se quiera asegurar una matrícula de $1,5 millones para la educación primaria de una niña que hoy tiene un año, los padres deberían ahorrar cerca de $1,3 millones durante seis años. Pero si no tienen esa suma, pueden ponerse una meta de ahorro menor. Por ejemplo, si ahorran cerca de $873.000, tendrían garantizada una pensión de $1 millón, y así pueden ir bajando o subiendo el monto del ahorro, según sus posibilidades. Aunque no puedan ahorrar todo el dinero, el capital que están construyendo les será de gran ayuda cuando su hija entre al colegio. 
El ahorro en Colpatria empieza mínimo tres años antes de iniciar la necesidad del estudio, y se puede ahorrar máximo durante 20 años. En Suramericana, el período va de uno a 25 años. 
El dinero se puede retirar en cualquier momento, con una penalidad. En el caso de Colpatria, es cero si el evento sucede en el último año, y va creciendo en la medida en que esté más cerca del inicio de los pagos. Suramericana devuelve el 100 por ciento de las primas pagadas, después del quinto año de vigencia de la póliza. Antes de esto, la penalización se fija de acuerdo con una tabla de cancelaciones. Como mínimo, ambas compañías garantizan que se reconocerá el índice de precios al consumidor para que el dinero no pierda su valor en el tiempo.
Colpatria incluye dos protecciones dentro del plan de ahorro. Durante el período en que la gente está creando su capital, el producto tiene coberturas por muerte o incapacidad. La primera protección cobija todos los aportes que falten para cubrir el ahorro que se había planeado. La segunda protección es una renta semestral equivalente a seis salarios mínimos legales vigentes que ayuda a pagar los estudios mientras se cumple el tiempo de desembolso de la póliza.
Por su parte, el seguro de educación de Suramericana se puede complementar con diferentes coberturas de vida, accidentes personales y enfermedades graves si así lo desea el tomador, coberturas que ofrecen a través de sus seguros de vida.
Darles una buena educación a los hijos es el anhelo de todo padre. Entre más pronto se decida a hacerlo, mejor. abc
Vea el cuadro comparativo entre glogal y mapfre

Por Marcela Escobar Ramírez
Especial para ABC del Bebé

1 comentario:

  1. Que interesante y pertinente información.
    Es una muy buena decisión asegurar el estudio de los niños desde yá.

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