jueves, 3 de noviembre de 2011

Todelar - Esta en todas partes - 'LA NIÑA DE LOS TINTOS' ELEGIDA CONCEJAL DE BOGOTA

Todelar - Esta en todas partes - 'LA NIÑA DE LOS TINTOS' ELEGIDA CONCEJAL DE BOGOTA


'LA NIÑA DE LOS TINTOS' ELEGIDA CONCEJAL DE BOGOTA




Muchos habitantes de Kennedy conocían a Diana simplemente como "la niña de los tintos" porque hizo su campaña política con un par de termos, hablando con la gente en paraderos de buses y pequeñas plazas de mercado, como en su tiempo lo hizo Cristina Plazas –más play- frente al Carulla de la 85. Cristina es hoy consejera presidencial, después de haber sido concejal de la ciudad.

Diana Alejandra Rodríguez ya era edil de su localidad. Lo ha sido en dos últimos dos períodos. Ríe como una jovencita tímida, pide permiso para todo, da las gracias a quien va por la calle, emocionada por la nueva curul de concejal de Bogotá. Nadie ganaría una apuesta sobre su edad, pero ya tiene 29 años. Por teléfono no pasa de 20.

Diana, la octava votación del Movimiento Progresista de Petro (de ocho elegidos por ese partido) es "hechura" de su mamá, María Julia Cortés, quien se quedó viuda cuando la niña tenía solo dos años. El padre, Gonzalo Rodríguez, estudiante de la Nacional (cursaba ingeniería forestal, a sus 28 abriles) fue atacado brutalmente por un cáncer que lo mató en seis meses.

María Julia, la profesora de escuela, encendió entonces todos los motores y esfuerzos para salir adelante. Fue guerrera sindical y acompañada por Diana participaron en cientos de manifestaciones en procura de mejores condiciones para el magisterio. La niña se volvió mujer y aprendió el discurso de las reivindicaciones.

Pero no asimiló la perorata vehemente ni los gritos anti-yankis. Su tono es casi infantil, su expresión ingenua, candorosa, simple, como de joven provinciana estrenando vestido, que efectivamente acaba de comprar para la ocasión, incluyendo estas fotos que le tomé muy a las 7 de la mañana.

Habla de las necesidades del magisterio con propiedad porque el discurso lo escucha todos los días en familia. Y de los jóvenes, porque comparte con ellos día y noche. Hablando de estos dos temas consiguió los siete mil votos sin pisar el norte bogotano. Se quedó en Kennedy, Ciudad Bolívar, Bosa, Puente Aranda y Tunjuelito. Tampoco le hicieron entrevistas en medios de prensa importantes, ni compró vallas, aunque –admite- se gastó $25 millones, que reunió con los amigos.

Nunca realizó encuentros superiores a 20 personas. No convocó desayunos ni comilonas. Tampoco ofreció lechona, ni rifó licuadoras o neveras. Se limitó a madrugar (4 de la mañana) y a conversar incansablemente con todo aquel que se lo permitiera. Le recibieron su "programa", por cortesía . Lo que no pensaba es que guardaran los papelitos y votaran por ella.

Diana se acaba de independizar de su mama. Vivieron juntas hasta cuando hace un par de meses la nueva concejal reunió los ahorros para comprarse un apartamento en el mismo barrio, en Castilla, estrato dos. "Ya era justo", dice. Tiene novio y nunca lo presentó en la campaña para no espantar admiradores y votos potenciales. "En eso también ando bien"…y ríe nerviosamente.

Diana Alejandra Rodríguez será concejal de la ciudad pero tendrá la vocería de Kennedy, localidad que según cifras oficiales llega a los 500 mil habitantes. Todos los políticos "pescan" votos en sus barrios, pero hacía muchos años no tenían un "kennediano" auténtico.

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